Para muchas personas jóvenes es imposible emanciparse de una manera digna. Sufrir diferentes crisis, la precariedad laboral, el aumento de los alquileres y de los precios de las necesidades básicas son algunos de los factores que están detrás de este problema.
El hecho de tener un trabajo remunerado es, en la mayoría de los casos, el medio que permite mantener esas necesidades básicas. Además, el tener un trabajo está entre los derechos reconocidos de las personas. Hoy en día la precariedad de la juventud es una situación generalizada y aceptada que, además de dificultar la emancipación, incide directamente en todos los ámbitos de la vida, incluida la salud.
La inestabilidad que genera la precariedad afecta directamente a la salud mental, causando problemas psicosociales, que aún no están reconocidos como enfermedades laborales. Y a pesar de que se trata de una lista reducida, las consideradas como enfermedades laborales cada año son muchas las personas jóvenes que las sufren, y más las personas que sufren accidentes de trabajo.
Ante esta situación, desde el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK), el grupo de trabajo Emantzipa…Zer? y junto con las asociaciones Pastoral Obrera y Emigrados Sin Fronteras que se han adherido, se quiere hacer público, otro año más, el siguiente manifiesto del 28 de abril, por el Día Internacional de la Salud Laboral.
Según los últimos datos, en 2021, 93 personas jóvenes sufrieron alguna enfermedad laboral (57 hombres jóvenes y 36 mujeres jóvenes) y en 2020, 4.252 jóvenes entre 16 y 30 años sufrieron accidentes laborales.
Aunque la situación es conocida, es imprescindible disponer de datos actualizados, incluso clasificados por edad y género, para conocer la situación real y adecuar al máximo las políticas públicas y los diferentes planes diseñados para afrontarla.
También es necesario abandonar el androcentrismo e incorporar la perspectiva de género en la Prevención de Riesgos Laborales, para que los centros de trabajo sean sanos, seguros y sostenibles para todas las personas.
¿La precariedad de las personas jóvenes hasta cuándo?
Queremos dar a conocer una serie de datos que reflejan la pérdida de salud generada en los puestos de trabajo, así como reivindicar la necesidad de actualización de estos, también por edad y género, ya que cada año, se trabaja con datos no actualizados.
Los accidentes de trabajo ocurridos en Euskadi en 2020 entre jóvenes de 16 a 34 años fueron: 6.548 leves, 35 graves y 6 fallecimientos. Entre los 16 y 30 años fueron 4.252 jóvenes (3.080 hombres y 1.172 mujeres). En 2022 EGK tuvo que activar una vez el Protocolo de Accidentes Laborales por el fallecimiento de una persona joven trabajadora. Y en el primer trimestre de 2023 también se ha activado en una ocasión por el accidente laboral de un trabajador joven.
No podemos olvidar ni dejar inadvertidas a las personas jóvenes que sufren una enfermedad profesional porque ven su vida paulatinamente disminuida. Creemos que esta es una realidad muy grave, ya que su trayectoria profesional no ha hecho más que empezar. En 2021, como se ha comentado, fueron 93 las personas jóvenes que sufrieron alguna enfermedad laboral.
De nuevo, queremos recordar los subregistros de enfermedades profesionales existentes, ya que las mutuas las tratan como contingencias comunes y las derivan a Osakidetza. Por lo tanto, serían más que lo que marcan los datos oficiales.
Además, quedan fuera de estos datos muchas personas jóvenes que, estando sin contrato, en paro, en búsqueda de empleo o en trabajos no declarados, sufren accidentes laborales o enfermedades relacionadas con estas situaciones. En el caso de las mujeres esta situación es aún más grave.
Puedes leer el manifiesto en su totalidad aquí. Manifiesto día internacional de la salud laboral 2023.
A este manifiesto se adhieren el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK), Pastoral Obrera y Emigrados Sin Fronteras.
Si quieres hacer aportaciones o añadir algo más o si tienes alguna duda, escribe a bizibaldintzak@egk.eus o llama a los teléfonos 945220601 / 68873715 (Oihana).