- En el Día Internacional por la Salud Laboral (28 de abril) 15 colectivos, movimientos jóvenes y sindicatos se unen a EGK en un escrito que defiende la salud laboral de las y los jóvenes
- En el texto denuncian las consecuencias que puede tener la nueva Ley de Mutuas; entre otras cosas, las mutuas ahora también gestionan las enfermedades comunes, lo que favorece la privatización de la salud laboral
- También han recordado datos preocupantes: en 2014 en Euskadi las y los jóvenes sufrieron 6.966 accidentes laborales leves, 25 graves y 6 mortales
Vitoria-Gasteiz, 27 de abril de 2016. En el marco del Día Internacional por la Salud Laboral (28 de abril) EGK y varios colectivos juveniles, sindicatos y asociaciones que se reúnen en el grupo de empleo y juventud han denunciado «la precariedad en la que estamos sumergidas las personas jóvenes y las consecuencias en nuestro bienestar y salud que de ella derivan». En el manifiesto consensuado han querido subrayar que «las personas jóvenes seguimos siendo las que peores condiciones laborales tenemos». Según datos del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan), esto repercute en la salud y hace que «la probabilidad de que una persona joven sufra un accidente duplique a la del resto de la población». Por ello, un total de 15 entidades han unido sus voces en un comunicado conjunto bajo el lema «Por la salud de las y los jóvenes, acabemos con la precariedad».
Además, como dato que evidencia estas pérdidas de salud a causa de los puestos de trabajo, se han querido recordar algunos números preocupantes de 2014 (los datos de 2015 todavía no se han publicado): las personas jóvenes sufrieron 6.966 accidentes laborales leves, 25 graves y 6 mortales. La cantidad, afortunadamente, ha disminuido en los últimos años pero sigue siendo un claro ejemplo, «lejos de constituir una vía para la integración y la autorrealización, fomenta con mayor frecuencia el aislamiento y la explotación», de tal manera que hoy en día «el trabajo o su ausencia genera en las personas jóvenes multitud de enfermedades biológicas y psicosociales». Esta realidad, según subrayan, «se está viendo agravada por la mayor precariedad que se deriva de las últimas reformas laborales».
La ley de Mutuas es un intento de descapitalización de la sanidad pública
Este año, los colectivos y asociaciones han querido subrayar especialmente los peligros de la nueva Ley de Mutuas aprobada en el Estado. Debido a esta reforma, además de las competencias en accidentes laborales que les son propias, las mutuas han adquirido competencias en materia de contingencias comunes de las personas trabajadoras, lo que supone un nuevo intento de descapitalización de la sanidad pública: quienes no tengan un empleo quedarán en un segundo nivel de servicios de salud, en un sistema público con cada vez menores recursos. Dadas las altas tasas de desempleo y las fórmulas excepcionales de contratación utilizadas, esta situación podría afectar directamente a las y los jóvenes.
Asimismo, han denunciado que «las últimas reformas del modelo educativo, tanto en educación obligatoria como universitaria», tiene como objetivo «su privatización e intensificación» para que las personas jóvenes se vayan «acostumbrando» a la precariedad.
Finalmente, los 15 firmantes, Euskadiko Gazteriaren Kontseilua, Juventud Obrera Cristiana (JOC), Gazte Abertzaleak, Asociación Silikosia, ASVIAME, Sare Antifaxista, Juventudes Socialistas de Euskadi (JSE-EGAZ), Pastoral Obrera de Bilbao, Acción Católica General (EKO-ACG), Kale Dor Kayiko eta CCOO, ESK, LAB, STEE-EILAS y los sindicatos LSB-USO, han hecho un llamamiento a las personas jóvenes para que se movilicen, con el mensaje «Por nuestra salud y nuestros derechos, ¡movilicémonos!».
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