Un año más, con motivo del 28 de abril, Día Internacional de la Salud Laboral, desde el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK) queremos denunciar la precariedad en la que estamos sumergidas las personas jóvenes y las consecuencias en nuestro bienestar y salud que de ella se derivan. Una circunstancia que va mucho más allá de los accidentes y enfermedades y que se ha profundizado con las distintas medidas de recorte social y laboral tomadas en los últimos años.
Como dato que evidencia estas pérdidas de salud en o a causa de los puestos de trabajo, son de recalcar los múltiples accidentes laborales que sufrieron las personas jóvenes de entre 16 y 30 años en 2016 en Euskadi: 4.636 leves, 14 graves y 2 mortales. Al no contar todavía con los datos del 2017 nos es imposible cuantificar la tasa accidentalidad.
Sobre todo, queremos poner el foco en las dos personas menores de 30 años fallecidas en el 2016. Por otra parte, no podemos olvidar ni pasar por alto todas esas personas jóvenes que sufren de una enfermedad profesional que las va destruyendo poco a poco. Una realidad que nos preocupa especialmente, ya que hay que tener en cuenta que apenas acaban de empezar su recorrido en el mundo laboral.
Puedes leer el manifiesto al completo aquí.