El 7 de octubre saltó la noticia: tras ser detenido en Burgos, al joven activista saharaui Hassanna Aalia se le daban 48 horas para abandonar el Estado. En caso de que se cumpliera esta orden de expulsión y volviera a Marruecos, este joven de 26 años terminaría en la cárcel por participar en una protesta pacífica en 2010. Varias instituciones vascas (entre ellas el Ayuntamiento de Bilbao o el Parlamento Vasco, por unanimidad), partidos y agentes sociales han vuelto a salir en su defensa. EGK, por su parte, quiere recordar la propuesta aprobada en marzo en su 34ª Asamblea General, en la que se pedía que se le diera asilo político.
En el documento presentado por las Juventudes Socialistas de Euskadi (JSE-EGAZ), se mostraba toda la solidaridad con Hassanna Aalia ante la actitud del Gobierno de España en torno a su asilo. Así, se pedía una rectificación al Estado, tanto en este caso como en el de otros activistas o presos políticas que pudieran estar en una situación similar.
Mientras se aclara su situación, Aalia ha estado esta semana en el campus de la UPV/EHU en Leioa para contar su experiencia ante 500 estudiantes, como se puede ver en este vídeo realizado por ‘Leioatik proiektu komunikatiboa’: